miércoles, 24 de abril de 2013

VALORES





Educar en valores responde al creciente interés de nuestra sociedad por la educación, por la manera en que debemos trasmitir valores a nuestros hijos. El objetivo de tener una sociedad mejor hace que desde diversos ámbitos se tenga un interés en el modo de inculcar a los jóvenes factores como la responsabilidad, el respeto, la empatía y el auto control. Pero la educación en valores no sólo está destinada a los jóvenes, sino a toda la población, todo depende de cómo se encauce esta temática.



Este blog se hace con la finalidad de dedicar un espacio a los valores,  con la intención de promoverlos, rescatarlos, retomarlos y practicarlos.


Ya que la gran carencia  de éstos en nuestros niños, jóvenes y porque no decirlo en muchos mayores, nos lleva a la difícil situación que hoy en día se vive: Violencia, desintegración familiar, drogadicción, pandillerismo, etc.

Dejemos un poco el egoísmo y actuemos en bien de nuestros estudiantes ya que como maestros tenemos un compromiso profesional y moral para formar personas de bien.


“Educar es convertir a cada niña, a cada niño y a cada joven, en constructor de la grandeza de este extraordinario país, para que sea cada vez más parecido a sus aspiraciones y deseos. Educar, entonces, es despertar sueños, propiciar proyectos, alinear esfuerzos y cumplir esperanzas. Es dar sentido de futuro a nuestra tarea presente.”  (Mtro. José Fernando González S)

lunes, 22 de abril de 2013

VALORES Y ANTIVALORES









Sabemos que los valores morales comienzan primordialmente en el seno familiar, estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudan a insertarnos eficaz y armónicamente en la vida social; de este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad, pero cuando se nace en un núcleo familiar incompleto, desintegrado o disfuncional por ende se forjaran valores negativos, distorsionados o desconociendo de estos, que a la larga desencadenaran violencia, delincuencia y crímenes. Pero desgraciadamente la sociedad de nuestros tiempos vive sumergida en una cultura donde las apariencias cuentan mucho, asignándole más valor y significado a los bienes materiales y superficiales. [4] [5] Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, y con base en ellos decidimos como actuar y afrontar las diferentes situaciones que enfrentamos en la vida.


Adela Cortina afirma que "Cualquier ser humano, para serlo plenamente, debería ser libre y aspirar a la igualdad entre los hombres, ser solidario y respetar activamente su propia persona y las demás personas, trabajar por la paz y por el desarrollo de la humanidad, conservar el medio ambiente y entregarlo a las generaciones futuras no peor de lo que lo hemos recibido, hacerse responsable de aquellos que le han sido encomendados y estar dispuesto a resolver mediante el diálogo los problemas que puedan surgir con aquellos que comparten con él el mundo y la vida" (Cortina citada en Ardila & Orozco, 2005:06).






Pero así como hay una escala de valores morales también la hay de valores inmorales o antivalores.

La deshonestidad, la injusticia, la intransigencia, la intolerancia, la traición, el egoísmo, la irresponsabilidad, la indiferencia, son ejemplos de esto antivalores que rigen la conducta de las personas inmorales.

Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la tabla de los valores en actitud negativa, para rechazarlos o violarlos. Es lo que llamamos una "persona sin escrúpulos", fría, calculadora, insensible al entorno social.

El camino de los antivalores es a todas luces equivocado porque no solo nos deshumaniza y nos degrada, sino que nos hace merecedores del desprecio, la desconfianza y el rechazo por parte de nuestros semejantes, cuando no del castigo por parte de la sociedad (Orozco & Ardila, 2005:06).

























martes, 16 de abril de 2013

EXISTEN LOS VALORES MORALES




https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBTzUiFJhhOgkQw1PdXfXnUBg7_7D3SgT7CelWz8yWPYpbp00lh31ZiQR_gugIaT8SUhC_bfC3M74pXehy2kLOR0AFiK7IGf5PzuS5DrWdPdeMd7tpwGf28gBrqZ6JblpG2ZB_g-Umz65J/s1600/valores.jpg

La moral tiende a ser particular, individual o -a lo sumo- propia de un determinado grupo o cultura. La «universalidad» es territorio de la Ética, sobre todo a partir de la distinción que hace Kant entre ambas.

Por eso considero que no es propio hablar de «valores morales» sino de principios morales o máximas de conducta que permiten «calificar» nuestro comportamiento. Cuando se empieza a hablar de «valores» hablamos de fines o finalidades, que adquieren ese carácter (ser «valiosos») no por ser impuestos, sino elegidos libre y concientemente, como fruto de una «reflexión».

Entonces, en el plano ético, el de los valores, sí podemos hablar de «universalidad», o al menos de una pretensión racional de constituirse en «valor universal», por ejemplo, la denfensa de la vida, aún para el caso de un delincuente.

En el plano de las costumbres, el de la moral, no puede hablarse de universalidad porque -precisamente- es el medio social (y sus instituciones, como la familia y la escuela) los que imponen un criterio sobre lo normal y lo legal, lo que está «permitido» o no, es decir, lo que está siempre en permanente transformación.